Redactado por Prof. Juana Suero
La familia es el fundamento de la vida y en consecuencia tiene el mayor compromiso social ya que dependiendo del trabajo que se realice en el hogar será lo que se refleje en la sociedad. No podemos permitir que nuestro rol lo asuma otros, cada familia es responsable del tipo de educación que desea para sus hijos y muchas veces materializar este compromiso se torna difícil ya que no se cuenta con un fundamento sólido en cuanto a la educación familiar, por lo que se hace indispensable educar a las familias que así lo ameriten para poder ayudarles a despertar en cuanto a su rol en la sociedad con la educación de sus hijos.
Es necesario formar profesionales capaces de colaborar con la integración efectiva de las familias en la sociedad. Se trata esto de poder hablar el mismo idioma tanto en las familias, en la escuela y en la sociedad.
Situación actual de la sociedad
Para nadie es un secreto que en éstos últimos años nuestra sociedad está inmersa en una descomposición como nunca antes vista, la seguridad ciudadana es nula, en donde queda demostrado que muchos de los que están llamados a velar por la vida de los demás son los mismos que la quitan.
Nuestra juventud se desaparece en un gran número de accidentes de tránsito especialmente en las carreras de motores en estado de embriaguez y el abuso de las drogas. Tenemos una crisis profunda de valores éticos y morales y nadie quiere asumir su rol en la sociedad y se puede evidenciar esto en la desintegración familiar y social que se vive en la actualidad. Se debe hacer un alto y crear conciencia del papel a desempeñar por cada uno y asumirlo de manera responsable.
Importancia de la familia en la integración educativa
Los nuevos retos y desafíos de la globalización llaman a un análisis profundo sobre el rol familiar en la formación de los hijos. La familia es y seguirá siendo la primera responsable de la educación que quiere para sus hijos por lo tanto si no se da una integración seria y responsable entre la familia y la escuela nunca se lograran los objetivos planteados entre ambas instituciones, es pues necesario que se puedan reorganizar y renovar los votos, y asumir los roles de cada uno conjugando los esfuerzos de unos y otros en busca del bien común.
Es necesaria una transformación profunda en las familias para lograr tener hombres y mujeres formados en valores capaces de poner en práctica capacidades y cualidades humanísticas competentes y así poder cambiar la sociedad que tenemos por la que queremos.