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Capilla
Jesús Divino Maestro

Lugar sagrado de encuentro y convivencia a la luz de la Fe y el Evangelio.

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SS. P. Francisco

La Iglesia Católica tiene una larga tradición en el campo de la enseñanza superior: de hecho fue en la Iglesia donde surgió el nacimiento de la Universidad como evolución de las escuelas monásticas y catedralicias. Desde entonces no ha faltado la presencia de la Iglesia Católica en la enseñanza superior, siendo titular actualmente de decenas de universidades en el mundo entero. Se puede afirmar que la Iglesia Católica es la institución con mayor dedicación a la educación superior en el mundo entero, lo cual lo hace desinteresadamente “para el bien de la humanidad”, como afirma la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae en el proemio.

En 1931 el Papa Pío XI aprobó la Constitución Apostólica Deus Scientiarum Domino, que fue la primera normativa que estableció un sistema normativo homogéneo para las Universidades Católicas. En 1990 el Papa Juan Pablo II promulgó la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae sobre las Universidades Católicas a través de la cual se actualiza su sistema normativo al Concilio Vaticano II. Esta Constitución Apostólica es desarrollo de la normativa que aparece en el Código de Derecho Canónico de 1983 en los cánones 807 a 814.

El n. 12 de la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae define la Universidad Católica como “una comunidad académica, que, de modo riguroso y crítico, contribuye a la tutela y desarrollo de la dignidad humana y de la herencia cultural mediante la investigación, la enseñanza y los diversos servicios ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e internacionales”. Según el n. 13 del mismo documento, la Universidad Católica debe reunir cuatro requisitos:

13. Puesto que el objetivo de una Universidad Católica es el de garantizar de forma institucional una presencia cristiana en el mundo universitario frente a los grandes problemas de la sociedad y de la cultura, ella debe poseer, en cuanto católica, las características esenciales siguientes:

1. una inspiración cristiana por parte, no sólo de cada miembro, sino también de la Comunidad universitaria como tal;

2. una reflexión continua a la luz de la fe católica, sobre el creciente tesoro del saber humano, al que trata de ofrecer una contribución con las propias investigaciones;

3. la fidelidad al mensaje cristiano tal como es presentado por la Iglesia;

4. el esfuerzo institucional a servicio del pueblo de Dios y de la familia humana en su itinerario hacia aquel objetivo trascendente que da sentido a la vida.

En la Universidad Católica, como en toda Universidad, se ha de dar una especial importancia no solo a los aspectos académicos, sino también a la investigación. Pero en el caso de la Universidad Católica se añade un interés añadido por el diálogo entre la fe y la razón (cf. n. 17) y entre el Evangelio y la fe (cf. nn. 43-45). Fruto de su identidad católica se tendrán en cuenta los principios éticos y religiosos del actuar humano (cf. n. 33) así como la promoción de la justicia social (cf. n. 34).

NUESTRA IDENTIDAD

Somos una Universidad de identidad Católica, propiedad de la Diócesis de Barahona, enfocada en el Humanismo Cristiano desde la Excelencia en todos los aspectos.